En la limpieza de los recuerdos
Tan limpios quedaron que ya casi no hay. Un personaje sin historia, sin recuerdos. Quizá con la herencia burda de sus origenes que no tienen memoria quizá porque no quieren o no pueden recordar.
Existencial, con una bendita existencia que no le deja vivir, bendita para no usar el antónimo. El único recuerdo vivo que no se borra de su mente es el de su madre y el de las promesas que le hizo antes de dejarla con la esperanza absoluta puesta en ella.
Ahora que ni siquiera tiene recuerdos para escribirlos y que va desde la euforia propia de quienes tienen nuevos proyectos, a la tristeza profunda y sin sentido de quien no tiene a donde ir, intenta levantarse sin muchos recuerdos y en el intento de que ese, el que prevalece, sea el acicate para seguir adelante.