¡Son dos, úsalos!
Y tengo que escribirlo así entre símbolos de exclamación, como si gritara, a ver si se queda algo. Cada vez que leo frases de admiración, pregunta o exclamación en español, castellano, (o como quieran, esto lo aclararemos en otro post), con sólo el signo de cierre (?!) siento que se me revuelve la bilis. Entiendo que esta descripción es un poco exagerada, pero es que en nuestra lengua estos signos tienen que ser obligatoriamente dos (¡!) (¿?).
Los signos de exclamación/admiración e interrogación, en español, delimitan la frase que pregunta o exclama, son una marca de entonación que le dan carácter y fuerza al enunciado. No sé si es flojera o imitación de otras lenguas, o que se quiere parecer chic, pero creo que es más chic manejar bien el lenguaje en el que se escribe, por ello me parece imperdonable que hasta quienes trabajan con el idioma como materia prima (colegas periodistas) prescindan del uso de estos signos.
Presumiendo que se trata de desconocimiento, debido a que últimamente el sistema educativo deja mucho que desear, voy a aportar mi granito de arena basada en el diccionario Panhispánico de Dudas y en la Ortografía de la lengua Española de la Real Academia Española (RAE), ente que norma nuestro idioma y su academia oficial, que es la que da mejor explicación sobre el uso de los símbolos.
Los signos de apertura (¿ ¡) son característicos del español y no deben suprimirse por imitación de otras lenguas en las que únicamente se coloca el signo de cierre. Lo correcto es ¿Qué hora es? ¡Qué alegría verte!
Y tengo que escribirlo así entre símbolos de exclamación, como si gritara, a ver si se queda algo.
Los signos de interrogación y de exclamación se escriben pegados a la primera y la última palabra del período que enmarcan, y separados por un espacio de las palabras que los preceden o los siguen; pero si lo que sigue al signo de cierre es otro signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos: Vamos a ver… ¡Caramba!, ¿son ya las tres?; se me ha hecho tardísimo.
Tras los signos de cierre puede colocarse cualquier signo de puntuación, salvo el punto. Lógicamente, cuando la interrogación o la exclamación terminan un enunciado y sus signos de cierre equivalen a un punto, la oración siguiente ha de comenzar con mayúscula: No he conseguido el trabajo. ¡Qué le vamos a hacer! Otra vez será.
Los signos de apertura (¿ ¡) se han de colocar justo donde empieza la pregunta o la exclamación, aunque no se corresponda con el inicio del enunciado; en ese caso, la interrogación o la exclamación se inician con minúscula: Por lo demás, ¿qué aspecto tenía tu hermano? / Si encuentras trabajo, ¡qué celebración vamos a hacer!
Los vocativos y las construcciones u oraciones dependientes, cuando ocupan el primer lugar del enunciado, se escriben fuera de la pregunta o de la exclamación; pero si van al final, se consideran incluidos en ellas: Raquel, ¿sabes ya cuándo vendrás? / ¿Sabes ya cuándo vendrás, Raquel? / Para que te enteres, ¡no pienso cambiar de opinión! / ¡No pienso cambiar de opinión, para que te enteres!
Cuando se escriben seguidas varias preguntas o exclamaciones breves, se pueden considerar como oraciones independientes, o bien como partes de un único enunciado. En el primer caso, cada interrogación o exclamación se iniciará con mayúscula: ¿Quién era? ¿De dónde salió? ¿Te dijo qué quería? / ¡Cállate! ¡No quiero volver a verte! ¡Márchate!
En el segundo caso, las diversas preguntas o exclamaciones se separarán por coma o por punto y coma, y solo se iniciará con mayúscula la primera de ellas: Me abordó en la calle y me preguntó: ¿Cómo te llamas?, ¿en qué trabajas?, ¿cuándo naciste? / ¡Qué enfadado estaba!; ¡cómo se puso!; ¡qué susto nos dio!
Cuando la exclamación está compuesta por elementos breves que se duplican o triplican, los signos de exclamación encierran todos los elementos: ¡Ja, ja, ja!
Usos especiales
Los signos de cierre escritos entre paréntesis se utilizan para expresar duda (los de interrogación) o sorpresa (los de exclamación), no exentas, en la mayoría de los casos, de ironía: Tendría gracia (?) que hubiera perdido las llaves; Ha terminado los estudios con treinta años y está tan orgulloso (!).
Cuando el sentido de una oración es interrogativo y exclamativo a la vez, pueden combinarse ambos signos, abriendo con el de exclamación y cerrando con el de interrogación, o viceversa: ¡Cómo te has atrevido? / ¿Cómo te has atrevido!; o, preferiblemente, abriendo y cerrando con los dos signos a la vez: ¿¡Qué estás diciendo!? / ¡¿Qué estás diciendo?!
En obras literarias es posible escribir dos o tres signos de exclamación para indicar mayor énfasis en la entonación exclamativa: ¡¡¡Traidor!!! En estos casos siempre se deben colocar tantos signos de apertura como de cierre, no es aceptado: ¡Traidor!!!
Es frecuente el uso de los signos de interrogación en la indicación de fechas dudosas, especialmente en obras de carácter enciclopédico. Se recomienda colocar ambos signos, el de apertura y el de cierre: Hernández, Gregorio (¿1576?-1636), aunque también es posible escribir únicamente el de cierre: Hernández, Gregorio (1576?-1636).
Fuente: Diccionario Panhispánico de Dudas