Mariposa II
No, no he muerto. Tampoco he perdido mi norte simplemente viajé, migré a mi interior; recorrí mis bosques, evité las montañas elevadas, bajé por mis valles, volé contra el viento ayudada por mis alas y luego de visitar mi santuario regresé.
Cinco meses duró este viaje para volver pisando fuerte. Sí, soy una mariposa de esas que no mueren de las que migran para sobrevivir y aquí estoy reinventándome.