¡Chau Mario!
Finalmente se apagó el fuego, Mario Benedetti ese que nos regaló sus inventarios y nos enseñó a muchos a amar la poesía en prosa y en verso, se fue, se apagó. No se puede decir que los buenos se van primero, Mario vivió lo suficiente y dio mucho de sí, se fue tras su Luz, su amor de la vida.
Sus primeros libros no se vendieron y luego se convirtió en best seller gracias a su perseverancia y empecinamiento cosa que aquellos que pretenden ser escritores deberían comprender y adoptar, él sin tener todas las herramientas que se tienen hoy día, se empeñó en ser lo que quería ser, ejemplo de que cuando se desea algo con el corazón se puede lograr, el fuego estaba dentro de él y lo encendió en muchos.
Quienes le conocieron a través de sus poemas y libros saben de qué se habla aquí, los que tuvieron tertulias de vino y poesía con amigos citando a Mario, saben la diferencia entre táctica y estrategia y cómo se relacionan, conocen el lado oscuro del corazón, sabrán cómo decirle a quien aman que no se salve y respetarán al poeta cualquiera que sea su posición o ideología porque lo que prela es la poesía, lo que ésta deja en el alma.
Pequeño tributo a quien fue y seguirá siendo, pese a lo que digan críticos y mediocres, inspiración y ejemplo el poeta de poetas, Mario Benedetti, a él le damos las gracias por el fuego.