De los Alpes a América
Los aires de guerra en Europa, en 1945, arrastraron a Walter Goggel y su socio Max Bazinger a probar suerte en Latinoamérica. Terminaron en Colombia, donde fundaron una de las empresas de lácteos más próspera del continente
Luego de haber vivido en Ecuador por un tiempo, con poco éxito en el negocio agrícola, Walter Goggel y su amigo Max Bazinger deciden partir a Colombia a probar suerte. A su llegada a Bogotá conocieron el Valle de Sopó, cuyo paisaje les recordó al de su Suiza natal, así que se les ocurrió fabricar quesos y mantequilla de forma artesanal.
Bazinger se encargaba de recolectar las 500 botellas de leche necesarias para la producción diaria de queso en las haciendas aledañas al pueblo, mientras Goggel le metía el pecho a la elaboración. Fue él quien tuvo el tino de crear un sello que contenía el nombre de Alpina, en manuscrito y de color verde, y que comenzaron a estampar en sus productos, dando origen al logotipo de la marca. Sin saberlo, estaban fundando las bases de lo que hoy es Alpina Productos Alimenticios.
En 1993 un postre poco común irrumpió en el mercado venezolano: el Arequipe Alpina. Esta fue la forma en que la empresa colombiana asentó sus bases en el país. En ese momento firmó una alianza con Plumrose para la distribución de su producto. Hoy posee cuatro agencias de distribución propias, responsables de llevar a Alpina por todo el territorio.
En 1994, introduce su línea de yogures con cereal Bon Yurt, innovación dirigida al público infantil que, con el tiempo, se hizo de una interesante porción dentro del nicho de adultos jóvenes.
El crecimiento de la empresa fue tan sostenido y acelerado, que en 1996 abrió su planta de Villa de Cura, donde produce 60 por ciento de los productos de su portafolio para el mercado local, integrado por yogures y jugos (pasteurizados y UHT); leches deslactosadas, descremadas y saborizadas para niños, así como quesos (maduros, gouda, tajados y pecorino) y postres, importados de Colombia.
Aun cuando los arequipes y quesos son los productos bandera de Alpina en el mercado local, no es de descuidar la categoría yogures, que no tiene elevada participación, pero es uno de los «caballitos de batalla» de la empresa. La estrategia es hacer lanzamientos constantes de sus líneas ya posicionadas, como el reciente lanzamiento de sus jugos Frutto –con los que busca competir con Yuky Pack de Yukery–, el nuevo Bon Yurt de fresa y la nueva imagen de Arequipe. Para 2006, enfoca sus esfuerzos en el desarrollo y crecimiento del mercado para la categoría de quesos.
A 60 años, la aventura de los dos suizos en tierras colombianas se ha convertido en una empresa con plantas procesadoras en Colombia, Venezuela y Ecuador, con productos que se distribuyen en 22 países, entre ellos Estados Unidos, Centroamérica y el Caribe. Alpina se prepara ahora para invadir el mercado europeo, con lo cual cumpliría el sueño de progreso que nació en Los Alpes para desarrollarse en América Latina.
Publicado en: Revista Producto Edición XXIII Aniversario Nº 272 julio 2006 tomo III